1. Granada
Es el iPhone de la cesta de frutas: tiene montones de aplicaciones. Según un estudio de la Universidad de Houston (EE.UU.), el aceite de semillas de granada reduce la capacidad del organismo de almacenar grasa. Además, esta fruta contiene antioxidantes que impiden la formación de depósitos grasos en las arterias. También combinan de maravilla con las lechugas, aunque quizá no estés preparado aún para esa aplicación en concreto.
2. Aceite de oliva
Los cocineros de la tele llevan años diciéndolo, y no paran de salir a la luz investigaciones científicas que lo confirman. Según un estudio de la Universidad de California (EE.UU.), los ácidos grasos del aceite de oliva activan una proteína que le dice al cuerpo que está lleno. Además, la grasa "buena" del aceite de oliva se digiere mejor que las grasas trans "malas". Con todo, continúa siendo grasa, de manera que no abuses. Basta con unas gotas.
3. Huevos
Según el International Journal of Obesity, comer huevos para desayunar te ayuda a perder peso y tener más energía. "Y aportan una proteína hipocalórica que es perfecta para perder peso", aseguran los autores del estudio. Además, son rápidos y fáciles de cocinar: hervidos, escalfados o revueltos, se preparan más deprisa que una tostada (integral). Manda huevos.
4. Carne roja
Si se te saltan las lágrimas de felicidad ante un buen filete, te gustará esto: el American Journal of Clinical Nutrition observó que las personas que comían carne roja perdían más peso que quienes consumían la misma cantidad de calorías a partir de otros alimentos. "El filete ayuda a perder peso por la cantidad de proteína que contiene, que contribuye a preservar el músculo, y el músculo quema cuatro veces más calorías que la grasa", explican los autores del estudio. De todos modos, hazlo a la parrilla.
5. Sopa
Qué buena es la sopa, ¿verdad? Fácil de preparar y no tienes que masticar. De hecho, en un estudio de la Penn State University (EE.UU.) se observó que quienes comían sopa de primero perdieron alrededor de 7 kilos más al año que quienes no tomaban caldos. Llenarse la barriga con un primer plato bajo en calorías y saciante te ayuda a no ponerte morado con el segundo. Psicología básica, ¿no? Eso sí, evita las sopas cremosas y deja de comer cuando estés lleno. No te van a dar un premio por vaciar la olla.
6. Judías
Es hora de recuperar esas latas de fabada que comías cuando te independizaste. Las judías son bajas en grasa y muy saciantes: las personas que comen judías con frecuencia tienen una cintura un 23% más estrecha que quienes no prueban esta legumbre y una probabilidad un 22% menor de padecer obesidad, según un artículo publicado en el Journal of the American College of Nutrition. De todos modos, elije variedades bajas en sodio, porque algunas contienen mucho más del que deberías consumir. Por cierto, se nos han acabado los chistes de pedos.
7. Queso
No, no estás soñando. Los hombres que comen una pequeña ración de queso (del tamaño aproximado de una caja de cerillas) todos los días tienen una probabilidad menor de ganar peso que quienes toman productos lácteos bajos en grasa, según se afirma en el American Journal of Clinical Nutrition. "La leche entera contiene algo llamado ácido linoleico conjugado, que ayuda al organismo a quemar grasa", explican los autores del estudio. Y cuanto más duro es el queso, mayor es su contenido en grasa. "Controla el tamaño de las porciones escogiendo variedades fuertes: un trocito de manchego o de cabrales satisfará más a las papilas gustativas que un gran pedazo de queso light".
8. Soja
Si el consumo de soja aumenta, el peso disminuye, así de claro. Científicos de la Universidad de Illinois (EE.UU.) han descubierto que la proteína de soja interactúa con los receptores del cerebro que nos avisan de que estamos llenos.
Y eso no es todo: También acelera el metabolismo y reduce la grasa corporal, según dicha investigación. Sigue nuestro consejo:
Y eso no es todo: También acelera el metabolismo y reduce la grasa corporal, según dicha investigación. Sigue nuestro consejo:
Paso 1: ve al supermercado o al restaurante japonés más cercano.
Paso 2: pide edamame (granos de soja hervidos en las vainas).
Paso 3: come y disfruta.
Paso 4: observa cómo adelgazas.
Paso 2: pide edamame (granos de soja hervidos en las vainas).
Paso 3: come y disfruta.
Paso 4: observa cómo adelgazas.
Fuente Mens Health
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